Sirio Maccioni, restaurador neoyorquino de origen italiano, y popular propietario del Restaurante Le Cirque cuenta entre su clientela con mandatarios de la ONU, jefes de estado y gente de la farándula.Siendo tan popular,la historia de este restaurador se ha editado en libro en The Story of my life and Le Cirque, donde se narran las anécdotas de su establecimiento.
Pues bien,comentába hace unos años con uno de sus antiguos maitres en Le Cirque la habilidad del Sr Maccioni para ubicar a los clientes en la sala. Sabía perfectamente como sentar a cada uno de sus clientes.
Es este un momento crucial en la experiencia del huésped, debemos empezar bien lo que bien debe terminar.
Esta habilidad para sentar a sus huéspedes y hacerlos sentir como en casa hace grande al anfitrión y al establecimiento que brinda el servicio y ha de considerarse todo un arte.
Se trata como no, de disponer y ubicar a cada huésped en el lugar apropiado de manera que se sienta de la manera más confortable posible, darle a cada huésped el trato que espera. Esta es una habilidad que conlleva un gran grado de empatía y conocimiento de la própia psicología del cliente, habilidad como no que se logra en gran parte gracias a los años de experiencia acumulados.
No todo el mundo va a un restaurante para ser visto, a algunos nos gusta pasar desapercibidos y buscamos barreras físicas en las cuales apoyarnos como una columna o una pared. Estando el restaurante vacío,sentar en el centro de un restaurante vacío a los primeros huéspedes puede resultar violento para ellos. Ya digo que para gustos hay colores y al que le guste ser visto... ya sabe. No obstante es divertido observar como inconscientemente los cliente en un establecimiento de restauración siempre son más reacios a unas ubicaciones que a otras.
No todas las mesas son válidas para todos los clientes. Por lo general la última mesa en ocuparse por nuestra parte, como acomodador, host, hostess, maitre o azafato debe ser o deben ser las mesas más próximas a la puerta de clientes y las más proximas a las puertas de la cocina. Son estas por lo general mesas más ruidosas y menos tranquilas para el confort de los clientes.
Tendremos, al disponer el montaje de nuestro comedor, mesas más reservadas para parejas en ubicaciones más románticas y lúdicas, como al lado de un ventanal con vistas o un bonito jardín y así mismo mesas para familias con niños ruidosos y correteando. Le acompaño a la suya, ¿qué mesa desea?
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